miércoles, 26 de octubre de 2011

#1.

- Despertaste el día en el que las estrellas cayeron. Viste como la humanidad se pedía en lo que ella misma creó. La locura acabó con todos ellos y solo quedaron aquellos seres que supieron enfrentarse a ella. Fueron los únicos que sufrieron, pues dejarse llevar por Ashura es uno de los mayores placeres que jamás sintieron. Sin embargo el autentico dolor es enfrentarse a la perdición, porque nunca fue fácil enfrentarse a uno mismo. Aquellos que quedaron se convirtieron en ángeles, ni del cielo ni el infierno. Si no de la tierra, el peor que lugar que jamás existió. Y tu, preciosa mía, eres uno de esos ángeles.

- Y tu... ¿Quien eres?

- Yo soy tu alma. Nadie dijo que la salvación no tuviese precio.

- Y ahora... ¿Que tengo que hacer?

- Ser libre.

martes, 18 de octubre de 2011

18.


Serían como las siete de la mañana cuando mi madre me despertó repentinamente, dandome la noticia de la manera mas fría que nunca había visto. Me levante y prepare en menos de un minuto, sin darme cuenta aun de lo que había pasado. Me monte en el taxi cuando todavía estaba en shock.
Pronto llegue al lugar donde tu vida desapareció. No quise entrar a la habitación, pero desde la puerta pude ver como tu rostro había perdido todo su color.
No reaccione, tan solo pensaba que era un pesadilla, que aquello no era cierto.
Hasta ver que tu sillón estaba vacío, que tu ropa estaba encima de la cama, que tu no estabas en casa. En escasos segundos todo mi mundo se derrumbo, llevandose el peor golpe que jamas obtuvo.
Pase días viendo tu cara desde un cristal, observando la sonrisa que jamas olvidaría. Sentada en el sillón, llevando el jersey que todavía guardaba tu olor pedía a una especie de dios que volvieses.
Le culpaba de llevarse a la persona que mas quería. Y no paraba de atormentar a mi dañada mente sabiendo que no me había despedido de ti.
Aquel día te vi por ultima vez. Deje que enterrasen al alma que llevaba años luchando por mi felicidad sin poder ir con ella.
Por un tiempo me pare, sin querer seguir adelante. Pero el apoyo de la gente de mi alrededor me obligaba a avanzar. Mi mundo tenía que recuperarse y seguir. Pero nadie se dio cuenta que mi mundo era el. Que para mi todo había acabado, estaba muerto.
Cambié sin quererlo, buscaba la razón por la que vivir. Me perdí el día en el que el se fue. Mi alma decidió desaparecer y no volver jamas. Y ahora tan solo me pregunto donde estoy.