miércoles, 17 de agosto de 2011

You're driving me crazy, you know?

-  ¿Lo has asumido? 
- No, para que mentir esto me esta consumiendo. 
- ¿Y que vas a hacer?
- ¿Acaso no lo sabes? ¿No eres capaz de contestarte a ti misma?
- Levántate y sigue caminando como si nada, levanta bien alto la cabeza y nunca mires atrás.
- Pero... ¿Y si no quiero hacerlo? Sabes perfectamente que no admito el cambio, que me quedo parada, que no soporto las despedidas. Siendo tu creo que deberías entenderme...
- ¿Pretendes quedarte quieta toda tu vida? ¿Sin hacer el mínimo avance? Entiendes lo que seras si lo haces, no hace falta ni que te lo pregunte. Nadie te enseño a tener miedo, nadie te enseño a ser la cobarde que eres ahora y sin embargo has desobedecido todas las normas que te impusieron. ¿Estas orgullosa? Tan solo vas directa al fracaso. 
-  Fréname. ¿Tu puedes verdad? Tu has causado todo esto, tu eres quien no me deja dormir por las noches, tu eres quien me cuestiona el avance. 
- ¿Yo? Solo soy un mero pensamiento que cambia de opinión cada dos por tres. Soy aquello a lo que tu llamas paranoia, no soy mas que miedo acumulado. Eres tu quien me manda aparecer, puedo abrir la puerta a la desesperación pero eres tu la única que puede cerrarla. No le mandes a la inseguridad un trabajo que debería hacer la valentía. 
- Te contradices. 
- Lose, pero ¿Sigo aquí verdad? No eres capaz de echarme, asúmelo estas perdida. 
- Já... 
- No eres capaz de hacerlo, menuda basura. Te traes tu sola la perdición y eres tan inútil que te quedas abrazada a ella. Permaneceré aquí todo el tiempo que quieras, pues no te veo con las ganas de que desaparezca. Te hago mas fuerte, ¿No? Siempre aprendiste de esta manera, después de que te dañen te quedas quieta tan solo para castigarte. Así piensas que podrás con ello y hasta ahora parece que ha dado resultado. 
- ¿Porque no dejas de golpearme? 
- Soy tu mente, llevas años despreciándome. Llevas años contradiciendome, aquello que odias te lo causas a ti misma... bueno ami. 
- ¿Porque nos divides? Somos lo mismo. 
- No... tu tan solo actúas. Aunque no sirves mas que para arrastrarte. Dime, ¿Esta vez también? Me gustaría dejar de cuestionarte pero has vuelto a pensar que fue tu culpa, idiota. Que sea la razón que entiendas no quiere decir que sea la correcta, te equivocas. Vamos levántate, aunque solo sea para arrastrarte de nuevo.
- ¿Seguirás aquí?
- Por supuesto. 
- ¿Porque? 
- Para volver a recibir tus propias puñaladas al caer, recuerda no consigues estar de pie mucho tiempo. 
- Volveré a castigarme. 
- No importa. Soy tu mente, aquello a lo que tu asemejas con las paranoias. Me confundes, me confundo, hablo sola, lo estas haciendo en este momento y aun aguantando todo esto no aprendes. 
- Hum... 
- ...
Volveré a repetirlo, ¿Que vas a hacer? 
- No lo se. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario